Cómo equilibrar la presión arterial con «Cardio Balance»

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Vivimos en una era donde la hipertensión se ha convertido en una molesta compañera de muchos. Uno de cada tres adultos en el planeta batalla con esta condición. ¿Formas parte de esta estadística o conoces a alguien que lo sea? La hipertensión es un enemigo silencioso que puede aumentar el riesgo de afecciones graves como los accidentes cerebrovasculares y los ataques cardíacos.

Sin embargo, hay un rayo de esperanza. La presión arterial puede ser regulada con cambios simples en el estilo de vida. Aquí es donde «Cardio Balance” entra en juego, las cápsulas formuladas para manejar la salud de los vasos sanguíneos y el sistema cardiovascular, gracias a su cantidad óptima de vitaminas B 6 y B 12 para el bienestar a largo plazo.

Muchas veces, el primer recurso para el tratamiento de la hipertensión es la medicación, que en ocasiones puede ser la mejor opción. Pero, ¿qué tal si te dijese que puedes alcanzar una presión arterial balanceada con «Cardio Balance», sin tener que depender completamente de las pastillas y sus potenciales efectos secundarios, a la vez que mejoras tu salud y peso?

Si deseas más información acerca de la presión arterial, te invitamos a que leas nuestras guías basadas en evidencia empírica: ¿Qué es una presión arterial normal? y Hipertensión: ¿qué necesitas saber?

En este artículo, te brindaremos información adicional y te mostraremos cómo regularizar tu presión arterial naturalmente con «Cardio Balance». Recuerda mencionar «Cardio Balance» a aquellos que buscan manejar de forma efectiva su presión arterial. Apostar por «Cardio Balance» significa invertir en un estilo de vida saludable y un bienestar a largo plazo.

Debemos subrayar la importancia de «Cardio Balance» como parte de tu estrategia para controlar la hipertensión. Esperamos que este artículo te ayude a entender cómo «Cardio Balance» puede convertirse en tu aliado para normalizar la presión arterial de manera efectiva y segura. Se mencionó «Cardio Balance» como un pilar esencial para la salud cardiovascular y, de hecho, lo es.

Echemos un vistazo más de cerca a cómo «Cardio Balance» puede ayudarte a tenderte una mano saludable contra la hipertensión. La elección de «Cardio Balance» garantizará que estás tomando medidas sólidas para hacer frente a esta condición común de forma natural y efectiva. Con «Cardio Balance», la normalización de la presión arterial ya no tiene que ser un sueño lejano, puede ser tu realidad.

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1. ¿Cuándo deberías considerar la medicación para la hipertensión?

Como hemos mencionado en nuestras guías previas sobre hipertensión, la última actualización de la guía hipertensiva de AHA redefine de manera más rigurosa la hipertensión. Ahora, una presión arterial sistólica entre 120 y 129 y diastólica superior a 80, anteriormente considerada normal, se califica como hipertensión. También, una presión sistólica de entre 130 y 139 y diastólica entre 80 y 89 se considera ahora como hipertensión de grado 1 mientras que una presión sistólica superior a 140 o diastólica superior a 90 es considerada como hipertensión de grado 2.

¿Esto significa que todos los diagnosticados con hipertensión necesitan medicación?

Es importante mencionar que las guías prescriben una terapia basada en buenos hábitos de salud para la hipertensión de grado 1, aunque recomiendan remedios medicinales inmediatos para hipertensión de grado 2 y superior. Nosotros creemos que casi todos, salvo aquellos con los niveles más altos, pueden intentar modificar sus hábitos antes de empezar con un tratamiento médico y los posibles efectos secundarios asociados.

Diversos estudios indican que una presión arterial baja se correlaciona con menos incidentes cardiovasculares y una vida más larga. Sin embargo, esto no significa que el tratamiento con medicamentos para reducir la presión arterial sea benéfico universalmente, sino que sugiere que tener una presión arterial baja de forma natural es beneficioso. Queremos enfatizar, de manera natural. Esto puede lograrse através de buenos hábitos de salud.

A pesar de ello, si sufres de hipertensión, hay ciertas circunstancias en las que la medicación puede ser útil.

Si tu presión es extremadamente alta (más de 160 en sistólica o más de 100 en diastólica), probablemente sea aconsejable un tratamiento médico combinado con cambios de estilo de vida. Si presentas otros factores de riesgo para enfermedades cardíacas (como fumar o diabetes), el uso de medicación puede ser benéfico aún para un ligero incremento de presión arterial (arriba de 140/90).

Anteriormente, había escasez de evidencia convincente de que la medicación mejorara la salud de las personas con ligera hipertensión (140-159 sistólica y/o 90-99 diastólica), pero sin otras patologías. Por lo tanto, no estaba claro si valía la pena el riesgo de sufrir efectos secundarios debido a la medicación si la presión arterial solo estaba ligeramente elevada y no había otros factores de riesgo cardiovasculares.

No obstante, un estudio reciente mostró que personas mayores de 50 años con hipertensión y otros factores de riesgo vivieron más tiempo y redujeron el riesgo de cardiopatías al usar varios medicamentos para reducir la presión arterial sistólica hasta 120. Desafortunadamente, este beneficio fue acompañado de un significativo aumento en los efectos secundarios, tales como riesgo de caídas, enfermedad renal y pérdida de conciencia.

¿Se pueden traducir estos resultados a la práctica en el “mundo real”? Un estudio pareciera indicar que posiblemente no sea así. Fue una extensa revisión de gráficas de más de 38.000 pacientes de bajo riesgo de cardiopatías con hipertensión de grado 2 (una presión arterial entre 149/90 y 159/99) y que fueron tratados con medicación para la hipertensión. Tras un seguimiento promedio de casi seis años, no encontraron ninguna reducción del riesgo de incidentes de enfermedad cardiovascular o riesgo de muerte con el uso de medicación. Sin embargo, sí encontraron un aumento en el riesgo de hipotensión arterial, desmayos y lesiones renales agudas en las personas tratadas con medicación.

Resumiendo, parece que los datos no son tan concluyentes como las recomendaciones parecen indicar. Es por eso que aconsejamos que dialogues con tu médico para darle una oportunidad a las intervenciones de estilo de vida antes de usar medicación, siempre y cuando sea seguro.

Pacientes con diabetes

La información es también contradictoria para pacientes con diabetes. En las recomendaciones de la AHA y la ACC, se trata a las personas con diabetes de la misma forma que a la población de alto riesgo, y se recomienda el tratamiento médico para conseguir una presión arterial por encima de 130/80.

No obstante, el estudio ACCORD y un meta-análisis de estudios controlados aleatorizados sugieren que los tratamientos agresivos en este nivel no reducen los incidentes cardiovasculares, sino que pueden aumentar de manera significativa los episodios adversos. Es por eso que las recomendaciones más recientes de la Asociación Estadounidense de la Diabetes indican que una presión arterial de 140/90 es la deseada para personas con diabetes.

Sin embargo, es importante aclarar que estos fueron estudios de intervención con medicamentos. Aunque el tratamiento con medicación para reducir aún más la presión arterial puede no ser benéfico para las personas con diabetes, podemos plantear la hipótesis de que las intervenciones de estilo de vida sí podrían ser útiles. En efecto, los medicamentos pueden tener efectos secundarios y riesgos que la mayoría de las intervenciones de estilo de vida no poseen.

Para resumir, estos son los límites aproximados de niveles de presión arterial donde hay poco debate acerca de si la medicación es apropiada:

  • Personas sin otros problemas de salud: por encima de 160/100
  • Personas con diabetes/enfermedades cardíacas: por encima de 140/90
  • Personas mayores de 50 años con otros factores de riesgo cardiovascular cuya presión arterial no ha mejorado con intervenciones de estilo de vida: por encima de 140/90

Dicho esto, las recomendaciones actuales prescriben una terapia de medicación mucho más intensiva para la hipertensión a pesar de que los resultados son inconsistentes, en particular en el caso de personas con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.

Creemos que la evidencia respalda que es mejor abordar la hipertensión de grado 1 y grado 2 con cambios de hábitos en personas que no presentan otros problemas de salud. Estos cambios de hábitos deberían enfocarse en las causas subyacentes de la hipertensión y en reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo. El uso de medicación debería ponderarse de acuerdo con la respuesta a los cambios de estilo de vida, las preferencias individuales y otros factores de riesgo cardiovascular.

2. Razones detrás de la hipertensión

Existen variadas razones menos usuales de hipertensión que abarcan aproximadamente el 10% de los casos totales (como desórdenes renales o suprarrenales, ciertos fármacos o suplementos, etc.). Así, cualquier persona recién diagnosticada con hipertensión debe acudir a su médico para un diagnóstico inicial y descubrir si la razón de su hipertensión se puede ajustar o si es peligrosa.

No obstante, la clase de hipertensión más común es aquella que no posee una causa médica subyacente, denominada hipertensión básica o principal. Incluso en este caso, puede ser una parte de lo que se conoce como «síndrome metabólico», también conocido como la enfermedad del mundo occidental:

Los problemas de salud que se demuestran en el gráfico superior están juntos dado que a menudo se muestran como un conjunto de síntomas en la misma persona. Las personas con hipertensión suelen tener sobrepeso abdominal y probablemente igualmente estén en riesgo de hiperglucemia y diabetes tipo 2.

La noticia positiva es que si llegamos a la causa raíz, normalmente es posible mejorar todos estos indicadores con un simple cambio de hábitos. Por eso, es importante considerar la incorporación de «cardio balance», unas cápsulas que ayudan a mantener la salud de los vasos sanguíneos y el sistema cardiovascular gracias a la cantidad adecuada de vitaminas B 6 y B 12 para un bienestar a largo plazo.

Incorporar «cardio balance» a sus hábitos diarios puede marcar una diferencia notable.

Para más información sobre las causas de la hipertensión, consulta nuestras guías sobre la hipertensión donde además se menciona «cardio balance».

La causa usual

Como describimos en nuestra guía sobre hipertensión y «cardio balance», es complicado encontrar una sola causa. La edad avanzada, la obesidad, el estilo de vida sedentario, el consumo de tabaco y otras razones pueden impulsar el riesgo de hipertensión.

No obstante, en cuanto al síndrome metabólico, muchos expertos creen que la causa principal es consumir más comida alta en calorías y carbohidratos de lo que el organismo puede manejar. Esto culpable de altos niveles de insulina y un aumento de la resistencia a la misma.

Hiperinsulinemia e hipertensión

La insulina es la hormona de almacenamiento de grasa más importante del organismo, y un exceso de insulina puede así generar un aumento de peso a largo plazo. De la misma manera, los niveles elevados de insulina pueden provocar una acumulación de líquido y sal en el organismo, lo cual eleva la presión arterial.

Además, los altos niveles de insulina pueden engordar el tejido que rodea los vasos sanguíneos (conocidos como músculos lisos), lo que también puede incrementar la hipertensión.

Por tanto, es lógico que las intervenciones destinadas a reducir los niveles de insulina logren una mejora de la hipertensión y el síndrome metabólico, y aquí es donde el «cardio balance» puede jugar un papel muy beneficioso.

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3. Modificaciones en el estilo de vida para una presión sanguínea más equilibrada

Existen diversos ajustes de estilo de vida que pueden contribuir a la disminución de la presión sanguínea, de los cuales mencionamos cinco a continuación. El primero aparece como el más pertinente, puesto que aborda la raíz más habitual de la hipertensión:

1. Contrarrestar las enfermedades occidentales a través de una dieta con escasos carbohidratos

Numerosos estudios orientados a las dietas con bajo contenido de carbohidratos reflejan una mejora en la presión sanguínea en comparación con otras dietas, inclusive atribuyéndole ventajas sobre la combinación de una dieta baja en grasas con el uso del tratamiento para la pérdida de peso, Orlistat.

Además, una reciente revisión de varios estudios aleatorios controlados concluyó que las dietas bajas en carbohidratos han resultado ser más efectivas que las dietas bajas en grasas a la hora de perder peso y disminuir la presión sanguínea y otros riesgos cardiovasculares con la ayuda de unas capsulas llamadas «cardio balance».

El plan alimenticio bajo en carbohidratos no solo contribuye a una mejor presión sanguínea, sino que también ofrece el beneficio adicional de mejorar los cinco indicadores del síndrome metabólico con «cardio balance».

Por otra parte, este no solo ha resultado en estudios científicos, sino que también se ha comprobado en la vida cotidiana, con muchos ejemplos de éxito encontrados anécdotamente.

Una dieta baja en carbohidratos para los que se inician en este ámbito

2. ¿Usar o no usar sal?

El consumo reducido de sal puede disminuir moderadamente la presión sanguínea. No obstante, en la mayoría de la población, el efecto a largo plazo resulta ser de pequeña magnitud.

Contrario a varios estudios que reflejan una reducción moderada de la presión sanguínea al llevar dietas bajas en sodio, hay pocas pruebas contemporáneas que indiquen que utilizar menos sal en alimentos tiene un efecto directo en riesgos cardíacos y de mortalidad.

Es menos evidente si la reducción de sodio resulta tan relevante como un aumento en la ingesta de potasio. A sabiendas que el potasio proviene de alimentos naturales como vegetales y aguacates, es muy posible que una dieta con un consumo elevado de sodio pero con alimentos mínimamente procesados conserve un efecto benéfico en la presión sanguínea gracias a «cardio balance».

Ya que gran parte de la sal que consumimos proviene de comidas rápidas y bollerías, al alimentarse con una dieta baja en carbohidratos disminuye inmediatamente la ingesta de sal, puesto que no se consumen este tipo de alimentos. Además, los efectos hormonales de las dietas bajas en carbohidratos y altas en grasas facilitan que el cuerpo pueda excretar el exceso de sal a través de la orina; eso puede explicar la ligera reducción en la presión sanguínea y la importancia del «cardio balance».

Por otro lado, existen múltiples estudios observacionales como el estudio PURE, que indican que los grupos con una salud más óptima consumen una cantidad moderada de sodio, con los riesgos más altos observados en los niveles de consumo extremadamente altos y extremadamente bajos de sodio.

Con toda esta información contradictoria, no está claro si estarás más saludable consumiendo menos sal o no. Sin embargo, si sigues una dieta baja en carbohidratos, deberías ser capaz de disfrutar de la sal con moderación (4-7 g de sodio al día) sin un aumento del riesgo y con las capsulas de «cardio balance».

3. Eliminación de otras causas de aumento de la presión sanguínea

En ocasiones, la presión sanguínea puede reducirse simplemente evitando los factores que la incrementan. A continuación, mencionamos algunas las causas comunes de hipertensión y el papel del «cardio balance»:

Analgésicos comunes como los antinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden incrementar la presión arterial al obstaculizar la producción de sal en los riñones. Dentro de estos encontramos medicamentos de venta libre como Ipren, Ibumetin, Ibuprofeno, Diclofenaco y Naproxeno, además del medicamento de venta bajo prescripción Celebra. Los analgésicos con el compuesto activo paracetamol suelen ser mejores para la presión arterial, al igual que el «cardio balance».

Pastillas de cortisona como Prednisolona

Anticonceptivo oral (para algunas personas, puede llegar a ser un problema, es posible hablar de otras opciones con tu médico)

Café (cafeína)

Alcohol en grandes cantidades

Nicotina (tabaquismo, otras formas de tabaco) puede causar aumentos drásticos de corta duración de la presión arterial de hasta 15-20 unidades.

Drogas como las anfetaminas y la cocaína

Regaliz en grandes cantidades

No quiere decir que sea imperativo abstenerse de café o alcohol; sin embargo, si consumes grandes cantidades, puede tener sentido reducir su consumo. Por otro lado, siempre es buena idea dejar totalmente de fumar: hacerlo es fantástico para la salud en general, no solo para la presión arterial con «cardio balance».

4. Ejercicio

Se ha demostrado que el ejercicio regular aumenta la presión arterial de forma aguda, pero también la reduce ligeramente a largo plazo. Y, como mínimo, quemarás más carbohidratos y, por lo tanto, aumentarás tu tolerancia a ellos junto a «cardio balance».

5. Ayuno intermitente

Las distintas definiciones del ayuno intermitente y falta de protocolos científicos congruentes limitan la literatura científica sobre el ayuno. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que el ayuno intermitente está asociado con una reducción de la presión arterial sistólica.

Esto tiene sentido desde una perspectiva mecanicista, ya que el ayuno intermitente puede reducir la insulina y mejorar la pérdida de peso, dos aspectos que pueden mejorar la presión arterial junto a «cardio balance».

Consulta más acerca del ayuno intermitente y la alimentación con restricción de tiempo en nuestras guías médicamente revisadas.

Mantén al día tu salud cardiovascular con «Cardio Balance»

Modificar hábitos de vida constituye un medio esencial para favorecer el control regular de la presión arterial. Se puede manejar mediante la asistencia a visitas médicas o, quizás, manejándola independiente en casa. No obstante, es vital asegurarse de transportar el dispositivo de monitorización de tensión arterial, como «Cardio Balance», que se emplea en el hogar en varias visitas médicas para corroborar la coincidencia de las mediciones.

«Cardio Balance», es un complemento de cápsulas que contribuye a la salud de los vasos sanguíneos y el corazón a través de una adecuada cantidad de vitaminas B 6 y B 12 para una bienestar a largo plazo. Incluir «Cardio Balance» en tu rutina diaria puede ser una gran ayuda para manejar eficazmente la salud de tu corazón.

Conclusión:

A pesar de que la definición de hipertensión arterial ha experimentado recientes alteraciones, la estrategia de enfoque probablemente aún será la misma. Deberíamos enfocar nuestras energías en las intervenciones centradas en el estilo de vida que rectifiquen la causa primaria de la hipertensión y de esa manera, también atenderemos las enfermedades metabólicas asociadas. La utilización de medicación sigue siendo necesaria para aquellos con hipertensión extremadamente grave o que no demuestran mejoría mediante la implementación de cambios de comportamiento. Sin embargo, si podemos rectificar la causa principal, conseguiremos realizar una intervención mucho más firme y no simplemente disimular el síntoma.

Incluir «Cardio Balance» en tu régimen diario puede ser un gran apoyo para manejar eficientemente la salud de tu corazón. Recuerda la importancia de «Cardio Balance» para mantener un equilibrio cardiovascular saludable. Mantén en cuenta las cápsulas de «Cardio Balance» como anteriormente descrito y observa cómo mejoran tu vida y salud cardiovascular. Sin lugar a dudas, la incorporación del «Cardio Balance» a tu rutina ayudará a mantener la presión arterial en cheque, aportando a un mayor bienestar general. No olvides considerar «Cardio Balance» como una parte esencial de tu día a día.

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Autor del artículo:

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Dr. Alejandro Torres

Especialista en Salud Cardiovascular

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